Blogia
Aprendiendo de la enseñanza

Carta a Laura (III): La isla del clima templado donde huyó Santa Águeda

Carta a Laura (III): La isla del clima templado donde huyó Santa Águeda

Mi añorada Laura (y digo añorada porque es lo que siento ahora y lo que he sentido en mi estancia fuera).

 

Cuando llegué a aquella isla de clima templado, a pesar de las frías temperaturas de España, lo primero que pensé fue en si esa sensación climatológica llegaría hasta lo más superficial de mi corazón, hacia esa capa de hormigón gélido que el hielo ha creado en la corteza, en mis sentimientos, en mis pensamientos, en mis deseos.

 

En una ocasión ya estuve allí, solo, sin conocer a nadie, pero conocí a mucha gente y sobretodo empecé a conocerme, que para eso fui allí en un momento dado, para ver quien era, qué era lo que hacía, qué sentía, qué camino tomaba mi vida. Y por eso volví estas vacaciones. Laura, dejé de saber quien era, donde iba y qué hacia.

 

Durante mi última estancia he conocido a gente de muchos sitios (Hungría, Italia, Alemania, Rusia, Inglaterra), gente que se fue a vivir allí por un motivo, el AMOR. Ja, el amor… dónde queda el amor, mi amor hacia ti, mi amor hacia mí, mi amor hacia mis amigos, el amor que puedo repartir, el amor que derroché contigo, el amor que te regalé sin pedir nada cambio, pero me dí cuenta que llegó un momento en que lo abandone, en que inconscientemente no te daba más amor. ¿No lo has notado Laura? Pero ¿dónde está tu amor hacia mí? ¿No lo notas Laura? ¿Dónde está?

 

Pasee por sus playas de roca, subí a las ciudades medievales que los Caballeros de la Orden de San Juan crearon para divisar todos los puntos del mar, pasee, visité las Catacumbas de Santa Águeda o Santa Agatha, gran santa, que murió por no querer amar, por no querer dedicarse a otra persona y huyó. Acaso ¿moriré si no amor? ¿Si no quiero amar? ¿Seré acaso el próximo “santo”? Santa Águeda huyó del emperador que la quería como esposa, porque ella no quería casarse ni tenía vocación hacia el matrimonio (en esto creo que nos parecemos) y cuando quiso volver la martirizaron y mataron, y todo por la descubrieron y dijo que no quería amar a Quintianus, ella tenía otro tipo de amor más místico. Pero sus sentimientos estaban claros… y ¿los míos? Ya lo tengo claro Laura, ahora necesito saber si tú los tienes.

 

Un fuerte abrazo y ya estoy de vuelta al gélido invierno español.

 

Jorge

 

P.D.: Como ves sigo utilizando esto para aproximarme a tus intereses por las relaciones virtuales

0 comentarios