Blogia

Aprendiendo de la enseñanza

Porque los libros también dan felicidad

Hola a tod@s, y especial a mis alumn@s:

Os dejo aquí un pequeño regalo que he visto que tenía una buena amiga en su perfil de facebook, y me ha parecido que en estos momentos de estrés para todos, podía venir bien para dar ánimos y para dar ideas.

Espero que os guste, aunque sea la mitad que a mí, porque entonces es señal de que os ha encantado.

Un abrazo.

Benja

¡¡Ay!! ¡¡Es que te he visto por el internet!!

¡¡Ay!! ¡¡Es que te he visto por el internet!!

El pasado día 7 diciembre fui a un acto en Guadalajara donde acudió bastante gente. Decían que más que años anteriores. Yo nunca estoy porque normalmente estoy en casa, pero ese día tenía que volver por unos asuntillos y me animé a ir.

Cuando estaba finalizando el acto, la gente estaba saludándose y hablando (yo conocía  más bien a poca gente) delante de mí se sentó una señora, y cual es mi sorpresa que me agarra del brazo y me dice:

Señora: Perdona, ¿eres tú el que sale vestido blanco, haciendo “X” (X  quiere decir una cosa que no viene a cuento)?

En ese momento yo me quedé parado, por varios motivos:

1º Me habla una señora de 55  o 60 años, que no conozco de nada.

2º Me habla de algo que no entiendo, porque yo estaba hablando con las dos personas que tenía a mis dos lados.

3º No ubicaba su pregunta y por qué me la hacía.

En ese momento intenté pensar, yo vestido de blanco, en público y haciendo aquello que me decía la señora. Y recordé que unos 10 días antes acudí a otro acto, bastante más multitudinario y que hice algo de cara al público, y a los 3 días me dijeron que nos habían colgado en youtube.

Yo: Sí, soy yo.

Señora: ¡¡Ay!! ¡¡Es que te he visto por el internet!!

Imaginaos mi cara y la cara de las dos personas que tengo a mis lados, que también habían ido y participado en aquel acto anterior, pero el hecho de que alguien te conozca porque te han visto en internet…

Algo parecido me ocurrió cuando fui a un programa de TV y participé de público y con tan buena suerte queme enfocaron bastante, luego una chica de mi Escuela de Magisterio me estuvo diciendo que me había visto (no conocía a la chica y jamás la volví a recordar) y que lo había dicho a sus amigas…

¿Dónde quiero llegar? Efectivamente, en nuestra asignatura de Comunicación y Medios vimos como los medios de comunicación ejercían cierta influencia, como podían mostrar de una manera más sencilla a las personas, etc. El último medio de comunicación creado, podría decirse que es internet y es aquí donde nos exponemos en mayor medida, y con el surgimiento de las redes sociales ni os cuento, ya que mucha gente cuelga o colgamos parte de nuestra vida personal, nuestras fotos, nuestras amistades, nuestras familias, nuestras opiniones.

¡Ojo! Qué no hay nada de malo en ello y sí. No hay nada malo siempre que sepamos donde se encuentran los límites de este “juego”, sepamos ponernos nuestros propios límites. Por eso insistía tanto en el tema de los medios de comunicación, en que es muy importante el desarrollo de las capacidades críticas para poder conocer todo esto. Para que el individuo pueda y sepa tratar la información que recibe, pero también la que proyecta y cómo se proyecta. Y digo esto último porque quién no recibe en sus mails correo publicitarios de páginas que jamás hemos visitado. OS pongo un ejemplo, en el correo del Programa de Formación del Profesorado (para quien no lo sepa, mi otro trabajo) hemos recibido constantemente publicidad sobre la empresa de la viagra. Y yo me preguntaba: ¿esto es una indirecta? ¿esto es un chiste? ¿quiere decir que el estrés de las personas que trabajan en la universidad produce que tengamos que tomar esto?

NOoooooooo, es una broma. Pero pensaba en como había llegado ahí esos mensajes si nunca hemos visitado eso.

Quizás es necesario que sigamos reflexionando más sobre este tema y sobre como debemos educar a nuestros futuros alumnos para que estos temas no vayan produciéndose.

Un saludo a tod@s y como siempre hago con los asiduos, también a los posibles nuevos blogueros, os animo a comentar (¡¡sin miedo!!)

 

La nueva era

La nueva era

¡¡Hola a tod@s!!

Escribo este post para deciros que hoy, aquí, digitalmente comienza una nueva era en mi blog. Este blog que lleva ya 4 años funcionando, recogiendo mis ideas en psicopedagogía, mis “rayadas” como me dicen lo que lo lee y no entienden nada, mis pensamientos personales, mis dedicatorias, mis ideas.

Hace tiempo que mi vida va sufriendo algunos cambios, el último ha sido el cambio de rol a profesor en la E.U. Cardenal Cisneros de Alcalá, la sorpresa que me llamaran para hacer un entrevista y me cogieran. Y la verdad es que está siendo una experiencia fabulosa y me está sirviendo para darme cuenta de muchas cosas, como que la enseñanza es pura vocación y que realmente yo la tengo y me encanta lo que estoy haciendo.

En esta misma, han hecho algunos cambios en su página web, entre esos cambios está el poner los blogs de los profesores de la Escuela y yo avisé que pondría el mío, cuando quitara algunos post, ya que a lo mejor eran demasiados personales. Pero esta mañana leyendo el último post de mi “maestro” y al que considero compañero y amigo Alejandro (¿quieres ser mi amigo Alejandro?) he leído que había gente que borraba algunos de sus post y como eso muchas veces lo que hace es quitar partes de un proceso, de algo que al fin y al cabo pertenece a algún momento de tu vida, por eso mismo he decidido no hacerlo.

Espero que ahora mis “lectores”, compañeros, amigos, blogueros asiduos a los blogs de siempre (por llamarlos de alguna manera) no me hayáis olvidado en un “ciber-baúl”.

Y desde este momento estreno mi blog titulándolo “Aprendiendo de la enseñanza”.

Un saludo y mil gracias.

Benja

A menos de una hora...

A menos de una hora...

Estoy a menos de una hora. A menos de media hora para que me recojan, a una hora para marcharme y empezar el camino hacia mi semi-libertad. Estoy a menos de una hora estar en el Instituto donde realizaré mi examen de oposición.

No lo voy a negar estoy muy nervioso, tanto que a pesar que anoche me drogué con un líquido hecho a base de tila, valeriana y no sé que otros dos ingredientes relajantes… he dormido fatal, me he pasado toda la noche repasando la evaluación psicopedagógica (tema 39), que si las finalidades, que si el concepto, que si los motivos… ¿¿finalidades?? Tengo que mirarlas… Claro, me lo suponía, lo que dice en todo el tema, dar respuesta ajustada al alumno.

Escribo a “trompicones” con muchísimos errores, la flecha para tras no paro de apretarla. No sé si mi redacción es buena, ¿será así en la oposición? ¿me tocará uno de los temas que me he estudiado? ¿aprobaré? ¿les gustará al tribunal como escribo y lo que escribo? ¿Qué pasará si apruebo? (sin plaza eso sí…) ¿qué pasará si suspendo? Uy uy uy…creo que esto empieza a agobiarme un poco…

Ayer ya tuve mi primera crisis en el llamamiento y en la entrega de programaciones, de hecho, me tuve que empezar a abanicar con uno de los no sé cuantos papeles que los sindicatos, academias, etc., nos dieron cuando entrábamos, como si estuviera yo para leer nada en esos momentos, ¡¡ No te jode!! El caso es que escuchaba en la lejanía como nos deseaban suerte, pero yo pasaba de ellos…

Acabo de recibir un sms más de suerte,.. quizás deberían decirme, mucho milagro… quien sabe…Encima me estoy constipando… La verdad es que es la oposición del revés… porque nada está saliendo como lo planeaba… ¿será una señal?

La verdad es que en estas cosas soy supersticioso a más no poder… tengo mis cosas, que no hago antes del examen, en la carrera me pasaba también… pero con la oposición se exageran, no hago ciertas cosas antes de la oposición como tirar papeles de la academia, recoger los papeles de la habitación (he aquí que tengo un mercadillo por escritorio), etc…

En fin… creo que debo ir a terminarme de preparar y empezar a preparar el pequeño bolso que me llevaré, para transportar bolis (solo puedo escribir con azul o negro), agua, las gafas de ver, las gafas de sol, el monedero con el DNI, y todas demás cosas que necesitamos en la oposición.

Ahora (y perdón por la ordinariez), me voy a visitar al señor roca, que los nervios empiezan a hacer estragos en mí.

Un abrazo y ya os contaré…

Principio de "Cenizo Impregnao"

Principio de "Cenizo Impregnao"

Toc- toc…

(Adelante)[voz en off]

Yo: ¡¡Hola!!

X y LL: ¡¡Hola Benja!! ¿qué tal?

Yo: Bien y ¿vosotr@s?

(Nos damos besos de saludo, abrazos, muestras de afecto,…)

X: Mira Benja, este es F. F, este es Benja, es nuestro becario…

(Mi mente: ¿Nuestro becario?)

X: Nuestro apoyo…

(Mi mente: ¡¡ha dicho becario!!)

X: (con ímpetu) ¡¡Nuestro todo!!

Mientras LL me mira con cara como de ¿qué le pasa a este que le ha cambiado la cara por completo.

X: Ha colaborado en nuestra asignatura…

(Mi mente: Ha dicho becario…)

Yo: Hola, encantado. (Con sonrisa forzada)

F: Igualmente.

X: Bueno ¿qué tal?

Yo: muy bien… bien cansado.

(Mi mente: ¡¡A ver si te aprendes de una vez que no soy becario!!)

X: ¿cansado? Bueeeeeeno…

(Mi mente: tan correct@ que eres hablando y siempre diciendo que hay que llamar las cosas por su nombre y ahora me vienes con estas…)

Yo: Bueno, aquí os dejo esto y esto… Y me voy.

LL: No espera… que tengo una cosita para ti…

Yo: Uy que miedo…

(Mi mente: Tú, todo lo que quieras darme, aunque no tengo los cojones para farolillos después de esto).

LL: Mira es que tengo aquí…

X: Por favor Benja, ayuda a LL que si no, no va a poder.

Yo: A ver…

LL: Está en un plastiquito.

Yo: ¿esto?

LL: Eso es. Mira, está colocado por bloquecitos, es que… (me explica y me da instrucciones gustosamente). ¿No te importa?

Yo: no, no de verdad.

(Mi mente: Benja vete de aquí lo antes posible, antes de que digas algo que no debas , que estás empezando a tener el “cenizo impregnao” y no debes).

Yo: Me voy, adiós.

LL: Oye, Benja,  una cosita más. Sabemos algo de lo de la CC.

Yo: No, el viernes llamo si antes no me han dicho nada.

LL: Vale.

Yo: Me voy, adiós.

X: ¿Qué tal la opo?

Yo: (un poco serio) Me voy.

X: Ok (como que ha cogido la indirecta, que es un tema “non grato”.

Yo: Adios.

Cierro la puerta todo lo rápido que puedo antes de que me digan algo más.

Voces en Off: Adios….

 

Reivindico mi derecho a no ser becario, a ser lo que realmente soy, que para algo tengo contrato, para algo me retienen más del IRPF, para algo cotizo en la Seguridad Social, para algo me esfuerzo en hacer más de lo que hacía, para algo ocupo un sitio con un poco más de responsabilidad… Ya lo aguanté cuando aquella Señora me hizo las presentaciones oficiales por todo el edificio, diciendo que era el becario. Me callé, hasta que se dio cuenta que no lo era y rectificó y yo expliqué mi situación: “tengo un contrato de la Fundación de la UAH”.

Esto me acaba de pasar y necesitaba contarlo, para desahogarme, y sobretodo para rebajar mi encenizamiento. Debe ser el estrés fin de curso.

Un saludo.

P.D.: Lo he puesto así, puesto que habéis puesto de moda los diálogos, aunque los míos sean más externos...

Para tí

 

Narciso

Narciso

 

 

Me gusto. Me siento a gusto conmigo mismo. Me miro al espejo y me veo bien, no estoy tan mal o eso pienso yo, que al fin y al cabo es lo importante, porque según uno se ve así se proyecta a los demás. A no ser que seas de pena, claro.

 

Me gusta mirarme al espejo, estudiarme la cara, el pelo (últimamente me descubro alguna que otra cana, lo cual me alegra), las orejas, las ojeras, las arrugas que se forman alrededor de mis ojos, las que nacen desde la nariz y enmarcan la boca. Son leves, pero supongo que con los años se irán marcando más. Y no es algo que espere, sino es algo que quiero que suceda, quiero arrugarme, quiero tener el pelo blanco (no perderlo), como mi padre. Porque eso es señal de que he vivido, que he sonreído, que he sufrido, he llorado de alegría y de tristeza. Pero hay algo que no debe perderse y es la esencia de uno mismo, no dejar de ser uno mismo, mirarse todos los días al espejo y saber quien eres, de donde vienes, plantearte por donde puedes ir, a quien tienes a tu alrededor. Ver como cambias con los años, compara fotos, me encanta ver fotos, comparar la evolución física, lo que transmite la cara, los ojos y ver la evolución interna que se proyecta a través de ella. Ver como me hago mayor o mejor dicho como voy viviendo. No me importan las arrugas, ya lo he dicho. Mi primo Alberto, que vive de la cosmética y de la imagen de los demás, al fin y al cabo,  siempre me dice que debo echarme una crema para las ojeras y los contornos de los ojos, que debo echarme un exfoliante y una hidratante para quitar los poros negros y evitar los posibles granos, que debo echarme un anti-estrías porque engordé y podían salirme,… ¿Para que ocultar la vida? Mi vida…

 

Me gusta mirarme al espejo y estudiar mis expresiones, soy un actor aficionado, me gusta estudiarme para cuando hago teatro saber como reaccionar ante el texto o ante la improvisación. Pero igual que me miro yo, miro a los demás. La verdad es que adopto gestos y expresiones de la gente con la que paso mucho tiempo… hasta la forma de hablar… durante muchas veces he perdido mi “acento” talaverano, aunque es curioso que últimamente lo estoy recuperando y eso me encanta, porque son mis raíces, es mi familia, mis amigos de la infancia y la adolescencia (si es que la he superado), en definitiva soy yo.

 

Me gusta mirarme al espejo y reafirmarme en lo que soy. He vivido siempre pendiente de que no dijeran o que dejaran de decir. Siempre me ha preocupado el que dirán en el pueblo si hago, si pongo o si dejo de decir, de poner, de hacer,… Es curioso, porque en el famoso pueblo de “Cuéntame” procuro ser muy discreto, como en la mayoría de las cosas que hago, de hecho hay comidas con gente (no la de sorpresa de ayer) en las que permanezco callado, porque prefiero estar callado, aprender, observar, escuchar a los demás a abrir mi boca, ¿por si meto la pata? Bueno, me aprendí muy bien eso que siempre me recuerda mi padre “hombre prevenido vale por dos”, pues debe ser que yo procuro valer por cuatro. Vuelvo al pueblo de “Cuéntame”, y sigo mirando a un lado y a otro cada vez que salgo, sigo después de 3 años y medio saliendo a la calle con música para no escuchar a los demás, sigo caminando con la cabeza agachada, sigo deseando poder volverme invisible, sigo queriendo ser yo, pero sin que los “no importantes” me vean. He descubierto que la gente no me conoce, que hay gente que no le preocupa quien soy, sino que hago  cuando estoy fuera de allí, con quien voy que ellos no conocen, a quien meto en mi casa o en mi cama cuando nadie me ve, a qué me dedico, de hecho hay gente que piensa que sigo viviendo de mis padres, que no he terminado la carrera y que no trabajo ni he trabajado nunca… Piensan tantas cosas, pero todos los días me gusta mirarme al espejo y seguir conociendome y descubriéndome.

 

Por supuesto, hay días que me caeré al agua, como le pasó a Narciso cuando vio su reflejo en el agua y quiso tocarse. A ti, mi querida amiga Kata, sí soy un pequeño Narciso, y me encanta.

¿Facilitador o dificilitador?

¿Facilitador o dificilitador?

 

Querido Mario:

 

Sé que te dije que no volvería escribirte, pero creo que puntualmente o en momento realmente de necesidad lo haría, eres mi vía de escape.

Ayer fue un día horrible, no el peor, pero con el grupo de innovación que facilito sí. ¡¡Ah!! ¿No te lo había dicho? Pues ya lo sabes entonces. Llevo desde octubre con este grupo de innovación, pero desde el curso pasado los conozco (a algunos) porque fueron alumnos y alumnas del Master en Docencia Universitaria, y por lo tanto parte de mi muestra en el Trabajo de Investigación Tutelado. La verdad es que la relación con CASI todos ellos ha sido muy buena y sigue siéndolo.

Ayer tuvimos la última reunión, no del curso o de vida del grupo, no… sino la última reunión conjunta para ponernos al día de cómo iban trabajando en las tríadas. El grupo desde el principio ha intentando ser muy autónomo, independiente, etc… aunque mi presencia siempre ha estado, cuando se separaron en dos tríadas dejaron mi figura a un lado. Yo lo agradezco y es una prueba para ver como se organizan, evolucionan, trabajan… Aunque es cierto que a alguna reunión de tríada he ido.

Mi rol de facilitador ha pasado por diferentes estadios o papeles, llámalo como quieras. He sido el “topo” del programa de formación o del equipo docente del Master; he sido el que debía dar las recetas de cómo hacer las cosas; he sido un miembro más del grupo; he procurado y han procurado que yo fuera facilitador, pero ¿lo he sido?

Ayer fue un pregunta que me rondaba la cabeza todo el día, sobretodo después de salir de la reunión. Para que te enteres mejor voy a describirte como fue. Nos reunimos en la Facultad de Fisioterapia, como siempre hacemos. Los primeros 5 minutos fue para describir que estaban haciendo y el resto para hacer planes: presentar proyectos de investigación, artículos a  revistas de educación, congresos, jornadas, hacer unas mini-jornadas para contar cada uno la innovación que estaba llevando a cabo (y resalto lo de cada uno la innovación que estaba llevando a cabo) y resalto esto porque el grupo está organizado en dos tríadas, una de metodología (muy organizados, “válgame la redundancia”) y otra en la que cada uno o dos está aplicando un sistema de evaluación alternativo (en algunos casos) o están cogiendo ideas para sus asignaturas, pero se reúnen poco  y no están teniendo una estructura de tríada, porque no hay 3 roles, ni nada por el estilo. A mí, Mario, eso no me molesta en absoluto, el grupo debe ser libre y quiero que sigan un camino y evolución lógica como grupo que a lo mejor debe ser así.

 

Como te comentaba, el grupo estaba decidiendo presentar un proyecto, escribir un libro sobre evaluación (del cual ya hablamos con la tríada), escribir artículos, presentar comunicaciones a congresos. A mí todo esto me pareció una idea fantástica, excepto un tema: el proyecto. Y emití mi juicio y expuse que el grupo primero debería trabajar una línea común, que rodáramos un poco en ese aspecto y después ya podía plantearse el proyecto. La respuesta por parte de la mayoría del grupo fue silenciosa, es decir, no emitió un juicio, no dijo nada. Dos personas, una de ellas la más interesada en que saliera adelante este proyecto, fueron las que intentaron convencerme, como si a mí tuvieran que convencerme de algo, si yo estoy a su servicio, a su favor, y me parece estupendo, pero no ahora, no me parece su momento, me parece un grupo que todavía queda por rodar.

 

Por eso, Mario, ¿qué papel jugué ayer? Me sentí algo así como el “malo de la película”, como si en vez de facilitar, entorpeciera un camino que a lo mejor es el natural del grupo, y a lo mejor no debería opinar y simplemente observar y facilitar sobre aspectos puramente pedagógicos.

Mario, desde el principio defendí que los facilitadores deberían crear su propio rol en función del grupo, quizás yo todavía no lo he encontrado, pero ¿y si el problema es que a lo mejor no estoy preparado para facilitar? Mario, dime, ¿qué soy? ¿Facilitador o dificilitador?

 

Un abrazo muy fuerte desde la distancia.

 

Benja