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Aprendiendo de la enseñanza

El sonido del silencio

El sonido del silencio

15.29, en mi reloj, del día 10 de Julio de 2009. Estoy montado en un regional de media distancia. Como casi siempre, sale con retraso.

No suelo escribir allí donde me surge, pero mi consciencia me empuja a hacerlo en la guía de lo que debe contener el trabajo de un DEA.

El tren acaba de ponerse en marcha, rumbo a Plasencia, aunque yo me quede en Talavera, para marcharme al pueblo de mis padres, Las Herencias. Un viaje obligado y no deseado. De algún modo para no mendigar por las calles de Guadalajara o no dar incumbencias a nadie.

El día es relajado, pero el momento me estresa. Han cambiado el lugar de salida del tren, y aunque sabía por donde tenía que ir, la inquietud e incertidumbre de la gente se me contagia, pero tren ya está en marcha.

Espero y deseo que el viaje, o mejor dicho la estancia en el pueblo no sea estresante ni agobiante. Desde hace casi 2 años ir al pueblo me estresa, no quiero, no me gusta, no me siento seguro. Desde aquella fatídica madrugada de agosto, el verano herenciano me supone una pesadilla que deseo y rezo para que se pase rápida.

Mis amigos lo saben, o creen saberlo, pero no saben comprenderlo. Sólo yo reconozco para mí el despertar de aquellos fantasmas del pasado.

La incertidumbre ante los sitios en los que haré presencia me inquietan, me entristecen, me excitan y hacen que quiera volver atrás.

Antonio me dice que esta es mi cruz, en este momento y que pronto se descargará. Por favor, que ocurra ya. Este fin de semana 2 cosas pueden pasas: que se descargue de peso o que pese aún más.

No tengo miedo, no. Solo saber si esos fantasmas no vuelven a aparecer, y los invocadores se han tranquilizado y yo puedo respirar, salir a la calle sin unas gafas de sol, sin unos cascos para no escuchar y poder ir por la calle respirando, porque en cualquier momento me puedo asfixiar.

La otra tarde mientras me intentaba concentrar, exprimiendo las actividades que el grupo de profesores del MDU habían escrito sobre la evaluación, escuché algo, algo inaudible, pero que me hizo estremecer. Era el sonido del silencio.

Ojos que no ven, corazón que no siente. Oídos que no oyen, corazón y persona que no siente. Procuro aplicarme esto.

La R.U. “Los Guzmán” estaba anoche como si nunca hubiera vivido allí. Como si solamente estuviera yo en el mundo. ¿Dónde estaban las risas, los gritos y las carreras que tantos conflictos han generado durante el curso? Por no estar, no estaba ni el gato recatado.

En este curso he sufrido, he reído, pero jamás he llorado. No quiero hacer un repaso, porque personal y profesionalmente me encuentro a un 90% satisfecho. Pero en otros ámbitos estoy fallando o ¿tengo miedo al fracaso? Tengo miedo al fracaso… tengo miedo de no dar lo que se espera de mí.

Quizás debo aprender a reírme un poco de mí mismo, aceptar que me equivoco y abrirme más.

De momento hago el mismo camino a casa, una vez más. Voy a intentar no estresarme y disfrutar de los que me quieren y reclaman mi presencia. Pero el lunes escucharé de nuevo, en la noche, el sonido del silencio. 16.55.

 

¿Querer y no saber?

¿Querer y no saber?

¿Querer y no saber? ¿querer y no poder? ¿no querer y no saber o no poder? ¿no querer y poder y no saber? Son las cuestiones que me surgen cuando me pongo a pensar en como el profesorado ve las alternativas a la evaluación final, a la evaluación sumativa, a la evaluación continua, pero no formativa.

Anoche tuve una pesadilla justamente  con este tema, el de la evaluación (ya aparece hasta en mis sueños), un grupo de personas discutiendo entre sí por la evaluación, por no querer buscar alternativas al examen o la evaluación sumativa o final. Realmente yo como observador de un grupo que evoluciona, en unos casos, e involucionan, en otros, creo que simplemente me tendría que preocupar por  observar y mirar su evolución o involución, sin importarme más, simplemente los motivos de esto, no intentar tener una lucha interna por querer hablar y aportar, si es que surge o ha surgido la ocasión (prefiero se ambiguo en esto, aunque luego peque de no serlo…).

En el Master en Docencia Universitaria están trabajando el tema de evaluación, que como los que leéis esto normalmente (si es que alguien sigue leyéndolo) sabéis que es el punto o eje principal de mi TIT (Trabajo de Investigación Tutelado), y si no lo sabíais pues ya lo sabéis. El simple hecho de nombrar la palabra “evaluación” genera resquemor, miedo, incertidumbre, indecisión, “oclusión” (de cerrar) y justificaciones (y en ocasiones pesadillas, como a mí). El jueves días 30 de abril, en el pequeño debate y colocación de Leonor, observé como hay personas que tienen mucho miedo a evaluar de una manera distinta que no permita dar ciertas cosas como justicia, certeza, autoridad,…

El uso de una evaluación formativa, debe permitir la flexibilidad y no permitir seguir con un pensamiento cuadriculado, de desconfianza, autoridad suprema (absolutismo docente) e justicia absoluta, porque ¿quién dice que el examen sea justo? ¿Quién dice que el profesor deba ser quien elija, decida, imponga la evaluación en todos sus ámbitos (criterios, procedimientos, calificación)? ¿Quién da la certeza que al igual que se puede copiar un trabajo, no se copie en un examen porque se tenga la chuleta escrita en la pantorrilla de la pierna y cuando crucemos las piernas podamos copiar?

En definitiva son aspectos poco relevantes para la formación de un persona, de un estudiante, de un ser que quiere formarse y labrarse un futuro (confiemos que en casi todos los casos, porque la “titulitis” nos invade, tanto a profesores como alumnos). Son aspectos que no permiten ver mucha parte de la esencia de la evaluación, como que el alumno aprenda mediante esta, que el alumno sienta y reciba motivación, que el alumno corrija sus errores mediante un feedback, que el profesor aprenda sobre sus enseñanza y sea consciente del aprendizaje que también recibe, que se obtengan aprendizajes significativos y positivos,que la evaluación sea un proceso importante y relevante, y no una pesadilla por la que tenemos que pasar y pensar simplemente en pasar el suplicio para desquitar una asignatura más.

Que la evaluación sea cosa de todos, por las dos partes, en horizontal y no solo en vertical, que nos enseñe a veces a “no solamente mirar la paja en el ojo ajeno, cuando tenemos una biga en el nuestro”.

El momento.

El momento.

Querido Mario:

 

No encuentro el momento de acabar el cuento que estaba escribiendo y usando para describir mi último año y pico. La verdad es que ganas tengo pero mi conciencia no me permite escribir cosas que no sean de utilidad profesional (por decirlo de alguna manera).

Tras la tesis Natalie, son muchas veces las intenciones que he tenido de escribir reflexiones, no cartas a ti porque sabes que dije que no tenía idea de volver a escribirte y de enterrarte en el pasado psicopedagógico. Son muchas las cosas que se me han pasado por la cabeza a partir de aquella reflexión, muchos hechos y muchos proyectos venideros.

Mi TIT se está “gestando” y empezando a “fecundar” , que dice el Magno, la idea la tengo, sé por donde voy, pero no sé que ocurre que me pongo a leer y es como si no leyera, ¿quizás tenga que escribir? Sé que cuando comience no pararé y si lo hago es para releer lo empezado. Me resulta un poco extraña la posición que estoy adoptando o quizás esta nueva etapa tan solitaria y a la vez tan llena de gente. Hay quien dice por ahí que a veces el estar acompañado no quiere decir que no te tengas que sentir solo. Hay quien me invita a meterme entremedias de las personas como un ratón o un niño entre las piernas de los adultos para ver que pasa, pero creo que por como soy debo adoptar esta posición de ver desde fuera lo que ocurre, como transcurren las cosas. Esta conversación ya la tuve con dos personas que me animan y me apoyan mucho, en Sigüenza, pero al fin y al cabo es mi nuevo “rol”. Pero no te asustes a ese rol no le escribo como a ti. Le hablo con el pensamiento y lo reflexiono.

Estas Navidades han sido un tanto peculiares, muy hogareñas, con algunos excesos, pero no demasiados, ya estaba mi madre recordándonos que todos nos tenemos que poner en forma de cara al próximo octubre, y sobretodo he hecho algo que hacía muchísimo que no hacía y era pasar muchos muchos muchos ratos con mi madre. Esa mujer semiolvidada en estos años de atrás. Digo semiolvidada porque cuando se suponía que iba a verla, realmente me tiraba todo el fin de semana, vacaciones y fiestas de guardar fuera de casa, con los amigos, o con planes que me llevaban a estar muy poco en casa. Durante estas vacaciones tuve oportunidad de escuchar a una persona (no importa el lugar donde trascurría y el contexto) que hablaba de las madres, de cómo esas personas que nos han tenido dentro de sí son las personas que nunca nos fallan, y ponía un ejemplo que a mí me hacía recordar y revivir hace un año y meses que hablaba de cuando estamos enfermos y ellas nunca se separan de nuestro lado, día y noche. Y yo recordé mi neumotorax y los diez días que estuvo junto a mi cama, día y noche sin moverse para cuidarme y esperar que estuviera bien. Mi padre coincidió en el pensamiento. Y me dí cuenta de lo egoísta que era, de si realmente se lo estaba agradeciendo o no, si estaba siendo lo suficientemente bueno con ella. Pero estas fiestas me ha ayudado a estar con ella y volver a ser cómplices en una relación maternofilial.

Cambiando de tema y no queriéndote aburrir, mi querido Mario, te voy a contar que estas navidades hice una obra de caridad. Hace años que no hacía algo así y me encantó poder ver como las personas que menos tienen son las que más agradecen y como una mirada, una sonrisa o un gesto te ayudan a sentirte mejor. Estuve en un Cottolengo en Algete (Madrid), ya sé que me vas a decir que te explique que es eso. Un Cottolengo es como un manicomio, una residencia para personas con un deficiencia o discapacidad, fundamentalmente psíquica y en ocasiones física (como con una parálisis cerebral) de nivel profundo o severo. Ahí suele ir personas que no tienen recursos materiales y económicos para poder vivir mínimamente bien en sus casas de origen. La sensación fue de lo más peculiar, por un lado sentía miedo o temor al desconocimiento de no saber lo que me iba a encontrar, que tipo de personas o mejor dicho sus reacciones y actos ante nuestra presencia. A mi me impresionó tanto que yo opté por la opción de no ir a ninguna planta e irme al jardín a recoger hojas. Sí Mario lo sé, que yo ya habia estado en un sitio parecido, pero no me encontraba preparado. Pero tengo que decir en mi defensa que después estuve deambulando por las plantas y viendo a las chicas y mujeres que están allí, hablando con las que hablaban. En realidad me sentí bastante bien.

Y hasta aquí te voy a escribir, solamente te pongo una foto muy representativa de mi día de nieve, y asi hago la competencia a otros que ponen en Internet fotos suyas disfrutando.

 

Un abrazo y gracias, mi querido Mario.

Para Natalie. Hechos

Para Natalie. Hechos

El otro día asistí a un hecho de lo más significativo y por eso mismo creo que se merece unas líneas y una reflexión en concreto, no sin antes comentar que me ha surgido la necesidad no solo por la vivencia en sí, sino leyendo el blog de Alejandro. El hecho es la defensa de tesis de Natalie, porque como decía un profesor del Master en Docencia Universitaria (si no recuerdo mal) “es una defensa y no una lectura, porque tú estás defendiendo tu trabajo, no leyéndolo”.

Y ¿por qué se merece una reflexión? En primer lugar por Natalie o como dice Alejandro, la Doctora Natalie Pareja Roblin. Esa chica que llegó un día a mis inicios psicopedagógicos, y a los inicios de muchas/os para hacernos cambiar. Por un lado nos enseñó que es esto de los blogs, estas herramientas que ayudan a uno a pensar, a reflexionar en momentos de recogimiento o incluso en momentos de aburrimiento, esas herramientas que ayudan a sacar a uno cosas que lleva dentro, que no puede sacar en palabras orales y prefiere trasmitirlo en escrito y compartirlo con el mundo virtual. Pero no tengo que hablar de los blogs, sino de Natalie. Natalie creo que te debo dar las gracias y supongo que muchos podrían y tendrían que hacerlo, gracias a tu descubrimiento nos iniciaste en la tarea de la reflexión, en la tarea de la conciencia… ¿conciencia? Tú nos hiciste mediante los blogs, la ayuda de los profesores del proyecto, pero sobretodo por ti que eras la coordinadora de todo, nos hiciste ser conscientes de nuestros procesos de aprendizaje y como esto se reflejaba en el y nuestros textos, pero sin tu proyecto y dedicación no hubiera sido posible.

Te tengo que dar las gracias porque el otro día fui consciente de la importancia que tiene en la tarea investigadora el hecho de apropiación del trabajo o de la investigación, lo fundamental que resulta hacer ese trabajo parte de uno mismo y modelarlo a tu manera. Como dice Covey no hay que ir de fuera hacia dentro, sino de dentro hacia fuera, es decir, usando esta metáfora es imprescindible o muy importante, al menos, realizar un trabajo a tú manera, como tú lo sientes y no como lo sienten los demás, siempre respetando las normas básicas de la investigación cualitativa para obtener unos resultados y datos  fiables, representativos al fin y al cabo, y que por supuesto aporten. Tú de momento ya lo hiciste desde aquel cuarto en que iniciabas tu proyecto y empezabas la gestación de ese bebé que es tu tesis (por cierto gestación de elefante, 24 meses, bueno tú 28, ¿no?).

Yo solamente puedo decir dos cosas:

 

1.- Natalie: Enhorabuena y gracias a ti.

2.- YO QUIERO UNA TESIS TAN BONITA COMO LA TUYA!!!

 

Para Natalie.

 

Benja

Hechos importantes

Hechos importantes

Este verano ha sido especialmente diferente en primer lugar porque el mes de julio lo trabajé de cabo a rabo, solamente he pasado 9 días en mi casa, casi todo agosto lo pasé en la isla de Gozo (Malta) y cuando volví tenía un “jet lag” psicológico, y para terminar de rematar me encuentro con algunos posibles cambios. Pero creo que en vez de empezar tan rápido y tan directo debería de ir por partes.

En primer lugar, para aquellos lectores de mi blog que esperan encontrar una reflexión metafórica en la que hable de reinas, ninfas y magnos, lo siento mucho pero todavía no estoy a ese nivel de mi vuelta de vacaciones, tengo que terminar de situarme y que se produzcan todos los cambios y yo asimile todo.

El mes de julio fue especialmente peculiar en el sentido de que cuando llegaba este mes yo me iba al pueblo de mis padres, apartado del estrés y las prisas y empezaba convivir como en tiempos de “Cuéntame”, y digo a convivir porque todavía se ve algún pastor con cabras, cabrón y ovejas, algún agricultor con carro tirado por mulas y a gente que no entiende  a gente que viene de ciudad con una mentalidad abierta… Pero pasar el mes de julio en Alcalá y Guadalajara no ha sido negativo en absoluto. En temas de “trabajo” creo que me ha servido para acomodarme aún más dentro de las tareas, funciones y personas con las que comparto el día a día. De algún modo me ha servido para prepararme para otros procesos internos que se estaban dando desde hace tiempo dentro de mí, por decirlo de alguna manera estaba preparándome para enfrentarme a algunas experiencias que no sabía lo que podrían suponer hacia mi persona.

Los 9 días que pasé en el pueblo de “Cuéntame” fueron días hogareños, ya que así lo decidí debido al viaje largo al que me tenía que enfrentar… Pero esto no era algo individual, y no sólo era yo el que tenía que pasar tiempo en casa, sino que tenía que hacer que los que vivían cerca de mí me vieran y pudieran pasar el tiempo suficiente para estar conmigo, especialmente mi madre que era la que más iba a sufrir por todo lo que venía (palabras textuales suyas a mi vuelta de Malta: “estaba deseando que volvieras de ese país”), no sólo porque su hijo se fuera a un país europeo pegado a África, sino por lo que me podía acarrear el vuelo a mi salud física, pero no voy a entrar en ello.

El viaje a Malta podría decirse que fue una buena experiencia y quizás lo que realmente necesitaba. Yo ya fui consciente a finales de julio y lo comenté con algunas personas que “necesitaba irme a un sitio donde no me conociera nadie”, y alguno se preguntará ¿por qué? Necesitaba parar, reflexionar y guiarme de alguna manera. Me hice consciente de algunas cosas y principalmente que tengo un “gran sentido del ridículo”. (PAUSA: he estado escribiendo sobre este espacio mi reflexión de este tema, pero como no quiero que se pueda usar a favor o en contra mía, he decidido que no quiero entra en esto, que ya es destapar demasiado y estamos empezando) Solo decir que esto hace que yo en ciertas ocasiones marque las distancias o empiece a hacerlo. Pero centrándome más en Malta, tengo que decir que es un país muy conservador, especialmente católico, ya que es un país confesional, está lleno de extranjeros que hace que el resto de turistas se lo pasen mejor, porque si es por los malteses uno lo lleva claro, porque son muy muy secos y ariscos, aunque por el contrario en la isla donde vivía  eran muy hospitalarios. Malta y Gozo son islas opuestas en cuanto a costumbres, tamaño, la gente, pero en los dos son muy conservadores. Yo viví en Gozo y me alegro muchísimo de ello. Cuando íbamos a Malta a pasar la noche de fiesta nos dimos que cuenta de la diferencia que existía entre los europeos del Mediterráneo y los que no lo eran, en cuanto al tema de fiestas. El mejor ejemplo o las mayores diferencias sobretodo se veían en las chicas, las españolas o las italianas “sabían beber” mientras que las inglesas o alemanas no, lo cual era tener suerte para los chicos españoles o los italianos ya que, por decirlo de una manera sutil, se volvían más desinhibidas… pero la experiencia de vivir en un país como Malta se me hizo un poco complicada en la 3ª semana, y me hizo ver que teníamos mucha suerte de vivir en un país, que aunque esté en crisis, vivimos mucho mejor que ellos, que aunque sea muy difícil encontrar trabajo, en algún momento lo encontramos, cosas que algunos de allí lo tienen muy complicado, que tenemos unas libertades que ello jamás han tenido (por ejemplo ellos no pueden divorciarse).

Pero al final valió la pena, conocí gente de lo más interesante que me enseñaron muchas cosas, a parte de inglés, sino por ejemplo que cuando quieres a alguien es posible dejarlo todo…En fin, no quiero ponerme amoroso ni nada por el estilo, ya que no va conmigo. Pero tengo que decir que la despedida con mis compañeros de apartamento en la T4 fue un tanto extraña en el sentido de que no pensaba que no les volveré a ver en cierto tiempo, después de 21 días conviviendo durante días y días enteros.

Pero volví, dos días en casa y vuelta a Guadalajara y Alcalá, vuelta a encontrarme con la realidad universitaria y alcarreña. La verdad es que este mes y pico que llevo por aquí han sido de lo más satisfactorio: compartí con Mary la experiencia de dar dos clases universitarias, ya que dimos un taller sobre técnicas de estudio a alumnos de nuevo ingreso en el Grado de Derecho, que se implantó este año en la UAH. Quizás el segundo hecho importante fue el III Encuentro de Innovación en Docencia Universitaria, es curioso que unas de las personas que más pendiente esté de que todo salga perfecto sea el que menos lo disfrute y menos se entere de nada… pero el hecho es qu salió todo perfecto.

Y hasta aquí puedo escribir. Aviso que muy pronto escribiré algo que ya está medio escrito, que para mí es de lo más interesante, para aquellos que lean esto posiblemente no se enteren de nada, pero es algo mágico…

 

Abrazos a todos y espero que hayáis tenido un feliz comienzo.

 

Benja

Mí admirada Señorita Crespo (mi contestación a su carta)

Mí admirada Señorita Crespo (mi contestación a su carta)

Mí admirada Señorita Crespo:

 

Soy Mario Ferrer, aquel estudiante de Biológicas que conocimos tras la obra del Atta Troll, yo era el oso ¿me recuerda? Me alegra que no sea únicamente mi otro yo el que me escriba y sobretodo que usted me elija a mí como una persona de confianza. Me encantaría saber lo que esa “ninfa” o yo la llamaría Musa, por ser las representantes de las artes en la mitología griega, y por su gran don para la escritura abstracta preciosa que tiene opina sobre todo esto.

 

Por primera vez en un año y pico respondo a alguien, pero ya me conoce, no se piense que esto va a ser rutina, esto es una simple excepción, porque como dice la Salve de los católicos “por ser Vos quien sois, bondad infinita”, aunque no me guste usar frases católicas en textos laicos.

 

Me alegra que tome la iniciativa de escribirme para comentar su proceso a lo largo de este curso o cuatrimestre. Soy consciente de que a usted le ha sido bastante complicado el hecho de que  a veces mi otro yo le dijera muchas verdades, igual que a mi otro yo que usted y su compañera la Musa o Ninfa le avasallaran con sus verdades abstractas que a un servidor le cuesta a veces entender, sobretodo cuando hablo y me siento a hablar con él. Pero aquellas discusiones en el bar del rincón, en esa mesa servían para crecer cognitivamente, personalmente y afectivamente, porque lo que nos unía o les unía era algo más que compañerismo, pero lo importante era ese aprendizaje colaborativo que se iba construyendo a la vez en 3, por el precio de 1, como en las ofertas de esos Super que hay ahora…

 

Creo que el hecho de que las abejitas empezaran a crear miel es un hecho más que relevante, porque es señal de que buena miel se está creando para que podamos alimentarnos, pero quizás tenemos que seguir sembrando flores, para que pueda ir creándola y trabajándola, ¿o eso es tarea de la Reina de Aquitania y del Gran Magno? Desde luego de nuestro Malvado Mago de la Barba Calva no, ya que quizás nosotros haríamos más que él en ese sentido. Pero creo que a algunos caballeros y damas de la corte de Aquitania y del Gran Magno que todavía no quieren despertar, ni quieren crear miel, no quieren sembrar y si es así de la manera más sencilla posible, ¿para que?¿por qué?¿el qué? ¡¡Ay las motivaciones de las que tanto me habla mi yo!!

 

Solo puedo decirle, mi admirada Señorita Crespo, en cuanto lo que me indica de las puertas, que recordando la metáfora de la Reina de Aquitania y algunas actividades que se desarrolla, usted es su mejor herramienta para proseguir con ese proyecto que tanto admira, mírese en el espejo y admírese, porque usted debe admirarse, ya sea por su abstracción, ya sea por su forma de ver las cosas, admírese y no se deje pisotear por Mago Malvados. Usted ha evolucionado como hemos evolucionado los demás, nuestras motivaciones cambian, según nosotros vamos madurando y adquiriendo experiencias y aprendiendo de los grandes maestros que nos ha otorgado Dios o el destino. NO deje las puertas entre abiertas, ábralas, aunque mantenga alguna cerrada, que siempre uno tiene que tener parte de intimidad en sus procesos y sus cosas…

 

Creo que en cuanto a lo de los compromisos ¿realmente todos lo tenemos? ¿siempre nos empuja el tener un compromiso para hacer las cosas? ¿nos autocomprometemos con nosotros mismos, nos comprometemos con alguien, alguien nos hace compromernos con nosotros mismo y/o con alguien? Es ardua la pregunta, lo mismo el gran Magno nos lo puede solucionar.

 

Señorita Crespo, creo que debería avisar a la Musa de las Letras o la Ninfa de las Palabras para que lea esto, seguro que nos regalará alguna sorpresa o bella historia como la del Supercalifragil…………..oso.

 

Gracias a usted nuevamente y a esa ninfa, a ese Magno y a la Reina de Aquitania, por dejarme participar de sus procesos que son mis procesos, que hagan crecer en mi interior un yo más maduro, más seguro de sí mismo.

 

Sin más dilación reciba un cordial saludo mi querida, adorada, admirada y entusiasta Señorita Crespo.

 

Mario Ferrer.

La Reina de Aquitania.

La Reina de Aquitania.

 

Mí querido Mario:

 

En primer lugar, sé que te han podido llegar rumores de que te estoy siendo infiel con un tal Ramiro Barrantes, que se hace llamar a veces Manolo. Tranquilo, aunque me cae bien este tipo, como tú no hay nadie, ni como otros que han pasado. Ya sé que estás pensando que tenga cuidado con lo que escribo que hay gente que puede pensar de mí muchas cosas equivocadas…

 

El otro día reviví otro momento que lo recuerdo con cariño pero muy extrañamente. Estuve en el taller que realizaron los estudiantes de este curso de Habilidades Sociales, ¡Dios mío, con las cartas que te escribí, Mario, el año pasado! ¿Recuerdas los “orgasmos habilidosos sociales”? Realmente no sé hasta qué punto ellos lo tuvieron, creo que no fue así, con el gustazo que da llegar a ese éxtasis de saber que puedes ir por el buen camino, aunque fuera el erróneo daba igual psicológicamente estaba satisfecho, el morbo de poder equivocarse y tener que salir adelante. Aunque eso siempre es nuevo, aunque repitas experiencias parecidas, esas estrategias tan abiertas que no sabes como cerrarlas y que cuando lo intentas hacer no sabes si están realmente cerradas. Pude observar muchas cosas, por ejemplo que no era ni por asomo el grupo del año pasado, con esto no quiero decir que sean mejores ni peores que nosotros, que sé que lo estás pensando Mario, que no soy quien para juzgar a nadie, y eso mismo dije yo, pero realmente me sentí como si estuviera juzgando, pero no tenía la afiliación suficiente con ellos como para hacerlo. Realmente podría haber jugado al incidente y convertirme en una persona que no era, pero no se daba esa situación.

 

El grupo realmente era 3 veces el mío, la comunicación era menos…. No sé como definirla… suave (¿?), pero realmente creo que hicieron un gran trabajo y espero que sepan apreciarlo, porque lo que hicieron bien hecho estuvo y ni yo, ni el Gran Magno ni nadie puede decir lo contrario. FUE TODO UN ÉXITO, puesto que llegaron a sus objetivos. Lo que me sorprendió fue la forma de afrontar las visiones de 3 personas, dos internas y una externa, si como dice la Reina de Aquitania, me meten en todo.

 

Hablando de la Reina de Aquitania….A finales de abril (creo) tuvimos dos compañeras (Susana y Kata) y yo una experiencia que a día de hoy les agradezco que pudiéramos hacerlo. Se lo agradezco por la sencilla razón que ellas terminaron de convencerme de hacer algunas cosas de las que yo no estaba seguro. Mi padre me enseñó regular eso de “hombre prevenido vale por 2”, aunque lo trasladaría a hombre seguro…. Realmente empecé a ser consciente de una serie de cosas, pero creo que debo centrarme en una, el compromiso que tenía yo con la Reina de Aquitania. ¿Por qué debía tenerlo? ¿Me jugaba algo? ¿Le debía algo? ¿Qué era lo que me impulsaba o nos impulsaba hacerlo así? Quizás mi compromiso fuera llevado e impulsado por su compromiso con nosotros. O quizás su compromiso a mi me impulse a hacer ciertas cosas y adquirir ciertos compromisos. Oh Mario, mis compromisos creo que vuelven a verse influenciados por el logro, por el posicionamiento y la afiliación, pero creo que ahora hay un poquito de las 3, por fin creo que las veo en un momento claro.

 

Me temo mi querido Mario que transitaré, lo que no sé es si volveré, mañana te recordaré, te lo aseguro. Por cierto si ves a la Reina de Aquitania dale recuerdos, que yo se los daré al Gran Magno.

 

Benja

3 Cosas hay en la Vida: Logro, posicionamiento y afiliación.

3 Cosas hay en la Vida: Logro, posicionamiento y afiliación.

Querido Mario:

 

Ahora mismo me planteo una pregunta, ¿por qué te empiezo a escribir sobre esto ahora y no lo he hecho antes durante el curso, o el año pasado en habilidades? La verdad es que siempre he defendido que hay que escribir cuando uno sienta que hay que hacerlo y este es el momento, y el momento de reescribirte a ti.

 

Gracias a Dios esto es muy posible, aunque sea para ti,  que no lo lean ninguno/a de mis compañeros/as por lo menos hasta después de presentar el trabajo, y quizás Alejandro tampoco, o quizás yo no lo cuelgue hasta el día 5, así no me arriesgo. Lo único que tengo claro es que no tengo claro nada de lo que escribo o siento o pienso o hago ahora mismo.

 

Pero bueno una cosa la tengo clara sigo en transición, sí, no digas que qué pesado soy con ese tema, en menor medida que días atrás o meses como cuando escribí a Jesús… Pero bueno creo que tengo que ir al grano…

 

Esta semana me he dado cuenta de algo que sabía,  pero que no he percibido hasta ahora. Hemos estado trabajando sobre nuestro “Camera Café” un tanto particular, ya te contaré lo que es más detenidamente según se vaya perfilando más y más, no sea que el gran Magno lea esto… Y he observado que la gente se mueve fundamentalmente por logro y eso lo he afirmado hablando con mis compañer@s “puede que haya posicionamiento, puede que haya afiliación, debe haber de las dos, pero siempre está el logro, el conseguirlo para obtener algo”.Conseguir llegar a fin de mes, conseguir lograr mantenerse en el trabajo, conseguir llevarse la mejor ganga en la rebajas, conseguir a la mejor chica de la discoteca y si es la reina de la noche mucho mejor,.. en fin nuestra vida está rodeado de conseguir y conseguir, la finalidad, no nos movemos por el proceso o nos paramos a ver si hay algo entremedias, como por ejemplo si nuestro trabajo nos gusta, si aprendemos con él, si evolucionamos como persona que al fin y al cabo son logros, pero también es algo significativo y algo afectivo.

 

Pero Mario, yo creo que esto debe tener algún tipo de correlación, es decir que aunque no lo perciba algo tiene que haber en todo este asunto, es decir para que nos movamos a conseguir el logro tiene que haber una significatividad (posicionamiento), que sea realmente importante, ¿lo hay en lo que estamos haciendo?. También tiene que tener su parte afiliativa, su parte afectiva, que me gusta ¿me gusta? Esto lo tengo claro me encanta, y eso me lleva a que sea significativo, pues puede que sí ¿o no? Quizás debo esperar a ver el resultado , ¿otra vez el logro? Siento este lío de preguntas pero es que quizás estoy más enredado que el pelo del cantante de “Europe” cuando cantaba aquello de “The Final Countdown”. Ah, quizás tengo miedo precisamente a este “final countdown” (cuenta atrás), a no saber, lo mismo que pasó con los estudiantes de INEF. Pero también recuerdo lo que me dijo una persona especial en un momento determinado y muy importante para los dos “quien no apuesta no gana” otra vez el logro. Pero ahí nos movimos por lo afectivo y por algo que sabíamos que iba a afectar en nuestras vidas. ¡¡Qué cosas!!¿eh?

 

Pero, ahora me viene a la cabeza esta pregunta ¿acaso no puede haber una sin las otras?

 

Creo Mario, que esto no acaba aquí y que volverás a recibir noticias mías. Un fuerte abrazo a mi “otro yo (¿?)” a quien no olvido.

 

Benja

 

P.D.: Si conoces al autor o autora de la canción de “ 3 cosas hay en la vida” dile que añada otras 3 a la salud, al dinero y al amor.